LA NUEVA “C”
Esta es una reflexión sobre la necesidad de potenciar nuestra capacidad creativa en la labor profesional, sea cual sea nuestra área de actividad.
En la historia del management asistimos a la acuñación de siglas y métodos en continua evolución que en ocasiones nos hacen retornar a lo obvio y a la aplicación del sentido común. Es constatable no obstante que la rémora del pasado excesivamente normalizado y estandarizado no se cristaliza como una herramienta útil ante el cambio constante de nuestra realidad de negocio. La experiencia, la norma, la costumbre, las habilidades probadas y adquiridas, son activos a tener en cuenta pero son válidas para situaciones repetidas… para acciones conocidas. Debemos reflexionar si para lo que se nos avecina tenemos suficientes elementos operativos. Válido será el bagaje de conocimientos pero hará falta algo más. La combinación distinta de cosas que ya tenemos para conseguir un resultado mejor, distinto, adecuado a la nueva realidad.
Esta labor es cosa de todos, de las pequeñas cosas que hacen avanzar a la organización y no puede estar en manos de unos pocos “pensadores” aislados que dan órdenes a los demás que tan sólo ejecutan. Ello serla volver a los tiempos de antaño “(¿de antaño?)”, donde las doctrinas tayloristas imperaban en las empresas y cortaban de raíz las múltiples posibilidades de las personas de la empresa.
En estos últimos años hemos vivido bajo el signo de las siglas de la Calidad, el Cliente, la Comunicación… y debemos continuar con ellas además de añadir la “C” de Creatividad como catalizador de todo lo que ya poseemos. Nuestros colaboradores están en la labor… queremos pensar que nuestros lectores también.