¿ARTE O CIENCIA?
Don Alberto conduce su carro con una elegancia inusual. No lo arrastra, lo maneja. Sus movimientos seguros, altivos, son el reflejo de una seguridad propia de los artistas consagrados.
Acaba de situar en green un segundo golpe que ha sorteado un enorme pino y un bunker aterrador.
Escucha los aplausos de su compañero Luis. Se gira y le responde
– No he pensado, ha sido un acto reflejo, natural…
Por unos momentos, cree haber asumido definitivamente todas las habilidades propias de este juego imposible.
– Eres un artista, has logrado el movimiento sosegado, continuo, acariciando la bola…
– Gracias Luis, pero creo que he tenido un poco de suerte. Sin embargo, siempre me he preguntado si eso del golf es un arte o una ciencia.
– El arte es la consecución del equilibrio frente al caos…
– ¿?
– Sí Alberto, el equilibrio frente a la dispersión de los elementos naturales.
– Pero si no hay nada más equilibrado que la naturaleza…
– En su conjunto sí, pero si nos quedamos tan solo con una parte puede ser nefasta. Imagínate un clima como el de hoy, con este sol, de manera constante.
– Pues, fantástico para salir al campo
– No es así. El sol reclama la lluvia y para ello precisa la nube y el viento.¿Qué sería del campo sin la harmonía del conjunto?
– No se si te sigo. Voy a patear.
Es uno de aquellos días en que se está tocado por los dioses. Parábola perfecta que engulle en su destino la bola, ante el estallido de alegría de Alberto.
– Felicidades. Eres todo un artista. Has conseguido algo grande porque estabas en una situación difícil. Igual que en tu labor directiva. En ocasiones te encuentras con necesidad de cambios, de nuevos planteamientos y precisas convertirte en líder artístico. Por otra parte en fases de mantenimiento, de aquella casi rutina, precisas ser líder científico. Son viejas polémicas entre teóricos del management. Henry Boettinger abogaba por el arte, el riesgo, la pasión y el atrevimiento. Por otra parte Ted Levitt se inclinaba más por el líder científico con una mezcla de rigor, constancia y continuismo en la gestión.
– Una mezcla de los dos, puede…
– Eso es lo difícil. ¿En qué momento debo ser uno u otro? En momentos de cambios estratégicos, de retos imposibles conviene ser artista para lograr arrastras a los demás y que acepten como propios nuestros planteamientos. En momentos de crecimiento o mantenimiento del negocio nos conviene ser científicos, racionales, consecuentes y seremos apreciados y respetados como válidos.
– Lo veo en la empresa, pero en el golf cada uno es como puede…
– Podría no ser así. Ahora estás de nuevo en el tee. Cambia el planteamiento de riesgo que has tenido y te ha llevado al éxito. Piensa que en este nuevo reto, la nueva calle que se te ofrece. Es un volver a empezar contando con tus auténticas cualidades y tus insoslayables limitaciones. No puedes empuñar en driver porque el lago te amenaza.
– Pero ahora tengo buen toque, no puedes frustrarme.
– En realidad es un juego, puedes probar. En el golf, como el la empresa, como en la vida…, lo realmente complicado es la elección.
Choff, tercer golpe…