CAER EN EL BUNKER
La mayoría de los jugadores muestran contrariedad. Es una oportunidad para practicar el swing con el aditivo de una cascada ascendente de fina arena que dará plasticidad a tu golpe… Es un comentario que no convence a casi nadie, pero yo sigo pensando en ello. Son los planteamientos de la eterna dicotomía entre el jugar para jugar o el jugar para ganar. Nos vemos inmersos en un mundo pleno de competitividad, donde el vencer es el valor más apreciado.
¿Y el placer por el placer? No, me dice un viejo amigo, si tu tarjeta no te da alegrías, te vas lleno de frustración a casa.
Yo no estoy muy seguro, aunque también frunzo el ceño al fallar un golpe (que en mi caso es bastante habitual) y me alegro al ver números bajos en mis anotaciones. Pero sigo pensando en que uno de los mayores placeres que tiene este divertimento mezcla de ciencia y de arte, de habilidad e intuición, de atrevimiento y prudencia, es la infinita variedad de posibilidades del juego. Recorremos un campo muchas veces con cantidad de opciones distintas. Opciones estratégicas, técnicas y además las que marca la naturaleza. Nunca el campo es el mismo.
Estoy escribiendo desde la percepción del principiante que se acerca a este mundo con verdadera pasión y sin olvidar la condición analítica que debo practicar en el desarrollo de mi profesión. Esto les ocurre a muchos golfistas. Tienen sus responsabilidades empresariales y, a veces, piensan que cada golpe es un reto, una oportunidad de mejora, una nueva situación a resolver aplicando a lo que ya sabes (que en el golf eso sería muy discutible porque hay días en los que crees que lo has olvidado todo) con una chispa de atrevimiento, de prueba…
Eso es lo que hacemos en nuestras empresas sea cual sea nuestra responsabilidad para seguir en la cresta de la ola y cabalgar hacia el futuro. Pensemos en lo que hacíamos hace tan solo tres, cuatro años atrás. De la lista de actividades, de tareas, que se nos ocurren -basta repasar una agenda de esta época- una gran parte de ellas las hemos olvidado, traspasado a otras personas, o simplemente se han convertido en innecesarias.
Así veo el progreso en este deporte. Consolidar y sobre todo correr riesgos para la mejora. El bunker, el raff, incluso el bosque, son una oportunidad.
A estas alturas alguno de los lectores pensará que esto no va con él. Seguro que hay diversos planteamientos, pero pido su comprensión… yo estoy muy a menudo en el bosque, en el raff o en el bunker… debo seguir divirtiéndome y prefiero pensar así.